Volvió a soñar esa noche con la casita blanca y el anciano. Y también a la noche siguiente, y así durante una semana. Anabel comenzó a desesperar. Todos los días despertaba en el instante en el que el hombre le gritaba sin contemplaciones. Todos los días llegaba tarde al trabajo. Todos los días el señor Pérez amenazaba con despedirla. Y por si fuera poco, tenía la sensación de que su jefe, sólo por molestarla, le hacía repetir el mismo trabajo una y otra vez.
Anabel estaba aturdida. Al octavo día, decidió no ir a trabajar.
Dedicaría toda la jornada a buscar esa casa. Estaba segura de que la encontraría. Subió a su auto y se dirigió a las afueras de la ciudad.
Al tomar la ruta, su ánimo cambió. Estaba segura de que iba en la dirección correcta. Casi gritó de la emoción al reconocer un camino de tierra que se abría hacia la izquierda. Ahora estaba segura. Ya había estado en ese lugar. Tomó por ese camino hasta que descubrió el estrecho sendero que se abría en el bosque. Bajó velozmente de su auto y subió la colina casi corriendo.
Ahí estaba. La casita blanca aparecía tal cual la había soñado toda esa semana, con su cerca y su bonito jardín. Anabel no dudó un instante y fue directo a golpear a la puerta. Igual que en un sueño, el anciano la miró espantado en cuanto abrió.
Antes de que él pudiera decir algo, Anabel comenzó a hablar.
-Disculpe, je... Le parecerá raro lo que voy a decirle, pero toda la semana estuve soñando con usted y con la casa. Creo que ya nos conocemos, ¿verdad? Usted la había puesto en venta y yo vine a verla para...
-Lo siento -la interrumpió el anciano-. Ya no está en venta.
-¿No? -se desilusionó Anabel-. ¿Puedo preguntarle por qué?
-Porque hace un mes vino a verla una joven con la ilusión de comprarla. Y se la iba a vender, pero tuvo la desgracia de tener un accidente al salir de aquí porque... -suspiró el hombre-, estaba muy apurada por llegar a su trabajo. Desde entonces su fantasma no ha dejado de molestarme.
-Oh...! -se sorprendió ella-, ¿un fantasma? Bueno, je. Yo no creo en fantasmas.
-Pues deberías -acotó el anciano.
-Porque ese fantasma eres tú -respondió el anciano, mientras cerraba la puerta.
fin
Colazo, PabloLos mejores cuentos de fantasmas- 1a ed. Buenos AiresArte Gráfico Editorial Argentino S.A., 2008
ACTIVIDAD
- Haz el ESQUEMA indicando TEMAS, DATOS y FUENTES.
- INVIERTE la INFORMACIÓN en PREGUNTAS. Recuerda que las PREGUNTAS tienen INTERROGATIVO y VERBO.
- REESCRIBE el FRAGMENTO usando la INFORMACIÓN de tu ESQUEMA.
- Lee el TEXTO en voz alta. Asegúrate que suene bien.
- Debes corregir ORTOGRAFÍA y PUNTUACIÓN.
IMPORTANTE:
Cuando tomes información de una FUENTE debes apuntar:
- En el caso de los libros: autor, año de publicación, título, editorial y país o ciudad.
- En el caso de las páginas web: autor, página, fecha de publicación y fecha en que tú la visitaste.
- Si la INFORMACIÓN proviene de otro RECURSO debes registrar todos los METADATOS que permitan localizarlo describirlo, comprenderlo, utilizarlo y archivarlo.
Organiza la INFORMACIÓN en FICHAS de MEMORIA. Es bueno razonar con otros para entender la tarea. Pide a alguien cercano que te acompañe: así se aprende mejor. Recuerda que esta materia consiste en investigar, crear dudas, preguntas, consultas, diálogo a partir del cual crear proyectos de lectura y escritura.
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