Las preposiciones son partículas invariables (que no cambian)
y su función consiste en introducir un complemento. Siempre son presentadoras
de un nombre (sustantivo, adjetivo o adverbial) o un elemento nominalizado (Esperé
a que hables).
Las preposiciones del español son: a, ante, bajo, cabe, con,
contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según,
sin, so, sobre, tras, versus y vía. La mayoría de ellas son átonas, es decir,
que no tienen sílaba tónica.
/A/ Átona, no tiene sílaba tónica o fuerte. ‘Hacia, en
dirección de, hasta’ del latino /ad/, del indoeuropeo /ad/ ‘a, hacia, cerca de,
en’. De la misma familia léxica abajo, abalanzar, etc.
Introduce el complemento indirecto (Lavé las manos a la
niña), algunas veces el directo (Seguí a Pedro), complementos de destino y
término (Partimos a Montevideo, Tiende a cero), de dirección u orientación
(Miré al norte), de ubicación temporal (Llegaré a las cinco), de finalidad
(Vine a ganar), y de modo (Bife a la portuguesa).
Expresa comparación (De uno a otro hay diferencia),
distancia (a cinco metros), instrumento (hecho a mano), simultaneidad (Te veo a
la salida de la escuela), acción inminente (incoativa) (Voy a trabajar),
consecuencia (Al no verte, me marché).
Con /que/ señala convencimiento o desafío (A que no te
animas).
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